Salud física y emocional
La mente sana influye en gran forma para el mantenimiento físico de nuestro cuerpo, es por ello que ambos deben estar en óptimas condiciones para mantener saludable nuestro cuerpo. Ejercitándonos regularmente optimizamos el estrés, es decir, contrarresta el desánimo y proporciona un mejor estado físico.
La salud física consiste en el bienestar del cuerpo y el óptimo funcionamiento del organismo de los individuos, es decir, es una condición general de las personas que se encuentran en buen estado físico, mental, emocional y que no padecen ningún tipo de enfermedad.
Cuando las personas se encuentran en óptimas condiciones de salud físicas pueden realizar diversas actividades, fomentar el bienestar y seguir desarrollando o cultivando las habilidades en pro de su salud general.
La salud física también se refiere a los análisis o estudios relacionados con la alimentación y la nutrición, las enfermedades o afecciones que pueden preexistir y las que se pueden prevenir, la actividad física a realizar, e incluso, se refiere a la educación acerca de cómo mantener un estado de vida saludable.
la salud física puede verse afectada de diferentes maneras según el estilo de vida de cada individuo, el entorno donde vive o trabaja, según la genética que posea e incluso depende de la asesoría médica que reciba.
Son muchos los casos en los cuales, aunque las personas traten de llevar una vida sana, de una u otra manera no lo logren y esto se puede relacionar en gran medida con el entorno donde se desenvuelven y por otra parte a las enfermedades o afecciones heredadas a lo largo de la familia.
Mantener un estado de salud física estable forma parte de las responsabilidades que cada persona tiene consigo misma y se puede alcanzar de manera fácil y a través de la constancia.
Podemos mantener un estado de salud física con:
1.-Llevar una alimentación sana y balanceada.
2.-Mantener la higiene corporal, debe ser una actividad diaria.
3.-Dormir la cantidad de horas recomendadas por los médicos.
4.-Disponer de tiempo para realizar ejercicios, por lo menos tres veces por semana.
5.-Programar citas médicas regularmente a fin de realizar chequeos generales y evitar o detectar posibles enfermedades.
6.-Tener un estilo de vida armónico, es decir, no dejarse llevar por los impulsos de las molestias, preocupaciones o angustias, antes de actuar de manera impulsiva se debe encontrar el equilibrio mental y sentimental.
Es una parte importante de la salud general. Las personas que son emocionalmente saludables tienen el control de sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Son capaces de hacer frente a los desafíos de la vida. Pueden mantener los problemas en perspectiva y recuperarse de los contratiempos. Se sienten bien con ellos mismos y mantienen relaciones saludables.
La salud física se relaciona con los estados mentales y emocionales de cada individuo. Por ello, se suele decir que cuerpo y mente se relacionan. Al contar con una salud física en buen estado, se obtendrá también una salud mental y emocional sana y viceversa.
Ser emocionalmente saludable no significa que sea feliz todo el tiempo. Significa que es consciente de sus emociones. Puede lidiar con ellas, ya sean positivas o negativas. Las personas sanas emocionalmente también sienten estrés, enojo y tristeza. Pero saben cómo manejar sus sentimientos negativos. Pueden saber cuándo un problema es más de lo que pueden manejar solos. También saben cuándo buscar ayuda de su médico.
Las personas que tienen buena salud emocional también pueden tener problemas emocionales o enfermedades mentales. La enfermedad mental a menudo tiene una causa física. Esto podría deberse a un desequilibrio químico en el cerebro. El estrés y los problemas con la familia, el trabajo o la escuela pueden desencadenar enfermedades mentales, o empeorarlas.
La terapia, los grupos de apoyo y los medicamentos pueden ayudar a las personas que tienen problemas emocionales o enfermedades mentales. Si tiene un problema emocional en curso, hable con su médico. Pueden ayudarlo a encontrar el tipo correcto de tratamiento.
Hay muchas formas de mejorar o mantener una buena salud emocional. Sea consciente de sus emociones y reacciones. Observe lo que lo pone triste, frustrado o enojado, intente abordar o cambiar esas cosas. Exprese sus sentimientos de manera apropiada. Informe a las personas cercanas a usted cuando algo le molesta. Mantener ocultos los sentimientos de tristeza o enojo aumenta el estrés. Esto puede causar problemas en sus relaciones y en el trabajo o la escuela. Piense antes de actuar. Dese tiempo para pensar y estar tranquilo antes de decir o hacer algo de lo que pueda arrepentirse. Maneje el estrés. Aprenda métodos de relajación para lidiar con el estrés. Estos podrían incluir respiración profunda, meditación y ejercicio.
Aspire al equilibrio. Encuentre un equilibrio saludable entre el trabajo y el juego, y entre la actividad y el descanso. Tómese tiempo para hacer las cosas que disfruta. Concéntrese en las cosas positivas en su vida.
Cuide su salud física. Haga ejercicio regularmente, coma comidas saludables y duerma lo suficiente. No abuse de las drogas o el alcohol. Evite que la salud física afecte su salud emocional. Conéctese con otros. Haga una cita para almorzar, únase a un grupo y salude a los extraños. Necesitamos conexiones positivas con otras personas. Encuentre propósito y significado. Descubra qué es importante para usted en la vida y concéntrese en eso. Podría tratarse del trabajo, su familia, una acción de voluntariado, cuidado u otra cosa. Dedique tiempo a hacer lo que le parezca significativo. Manténgase positivo. Concéntrese en las cosas buenas de la vida. Perdónese por cometer errores y perdone a los demás. Pase tiempo con personas sanas y positivas.